lunes, 30 de junio de 2008

El dia en que España ganó una Eurocopa


Tumbado en la cama de mi hostal en Bucaramanga escucho con atención el especial que la internacional de TVE dedica hoy a la que sin duda es la noticia del día. Sabido por todos es la pasión que en Latinoamérica suscita el fútbol. A mi llegada a Caracas, hace unos dias, pude comprobar como la venta de banderas de España y Alemania copaba el negocio de los puestos de venta ambulante. Es sorprendente ver como desde bien entada la mañana de hoy a varios miles de kilómetros de distancia de la madre patria las camisetas rojigualdas invaden ya esta ciudad. Compro en la terminal de transporte terrestre de Cúcuta, mi boleta o tiquete para Bucaramanga. Me piden el pasaporte y escucho los primeros comentarios del evento deportivo de la temporada. La vendedora avisa a mi subida al autobús "mire chofer que el de la mochila es un españolito, pásele el juego".
Paso las tres primeras horas de viaje entre pronunciadas curvas y barrancos de enorme belleza, entre montañas de mas de 3500m. De repente encuentro un cartel que ya me resulta familiar, letras negras sobre fondo de camuflaje, "No se preocupe, en esta vía su ejercito vela por usted". Paramos allí mismo para almorzar y para pasar los debidos controles militares pues me encuentro en antigua zona ocupada por las FARC. Los niños mareados vomitan en la cuneta y juegan con los perros antidroga.
En la cabina del autobús de Copetrans, la mayor empresa de transporte del país, en encuentra Manolo, el chofer, separado del pasaje pues es necesario parar la marcha y bajarse del bus para acceder a él.
Me cruzo con un autobús que me resulta familiar, es un Ormeño que recorre la linea de transporte mas larga del mundo entre la Patagonia y Caracas. Tuve el placer de montarme en uno de esos buses a la altura del Perú. "Esos pasajeros demoran ya 8 días desde su salida en Chile" comenta Manolo. Acaba de sintonizar la AM y suena a todo volumen los comentarios del partido España-Alemania. Yo, en la cabina, que parece la de un camión, con cama, frigorífico, etc tengo la suerte de ver el partido en una pequeña televisión por satélite. Comienzan los comentarios y las risas por la emisora que comunica los vehiculos de la compañía. Desde cerca de Cali a casi un día de viaje de donde me encuentro Melvin, otro chofer de Copetrans pregunta por el españolito. En el minuto 35 llega el gol de Torres y se desata la pasión en el interior del autobús. La emisora se colapsa. Nadie diría que me encuentro tan lejos de casa. Manolo comparte una Águila conmigo, no es una Amstel, pero bien podría serlo porque los gritos y el ánimo bien parecen los de algun bar "Manolo" en cualquier localidad española, o los del mismo Manolo el del bombo.
Los 192km nos demoran casi 7h, le pregunto por la cerveza al volante: "Hay papá, aquí los militares tienen otras cosas en las que preocuparse", que preguntas,... por un momento pensé encontrarme en España, el fútbol me había confundido por 90 minutos.

2 comentarios:

maga dijo...

vaya víctor, no sabía de este blog... ¿¿dónde paras ahora?? (soy loreto de la rq04)

Mario dijo...

Creo que España ha causado una gran revolución con su Eurocopa. Me hubiera gustado ver dicho evento deportivo pero recuerdo que para la ocasión estaba con mis Pasajes a
Caracas
ya que fui a visitar unos parientes en Venezuela