martes, 22 de julio de 2008

Rumbo al Socialismo Bolivariano

Tumbado en mi hamaca, alejado el ruido y las preocupaciones de la ciudad escribo en mi diario. Me encuentro en el Delta del Orinocco, entre ríos y selva a mas de 3h de cualquier núcleo urbano. Algunos pensaran que es el sitio menos adecuado para disertar sobre política, pero es que hasta esta aldea indígena también llega. Los indígenas warapos viven en estas tierras antes de que el hombre blanco llegara con el español y el cristianismo. Ahora hasta aquí llega un enorme cartel de Chávez, con su foto, puño en alto, boina y camisa roja. Esta aldea perdida, también es bolivariana, como toda Venezuela, otro municipio mas Revolucionario Boliviariano y Libertador, aunque no aparezca en ningún mapa. Al recorrer el país uno se encuentra cientos de carteles con sus fotos, lemas y mensajes. Son sus arengas al pueblo, su mensaje socialista. Es el libertador de su país, se cree el Bolivar del siglo XXI, una especie de Dios y mentor del comunismo en Latinoamérica. Ha cambiado el nombre de su país, el escudo, la bandera, la hora, y quería cambiar hasta la constitución para morir como comandante en jefe de Venezuela. Se cree un revolucionario y llego para quedarse.
Aquí apenas acaba de llegar la electricidad y el agua. Un deposito azul en el techo de las endebles casas de madera erigidas sobre el rió, recoge el agua de la lluvia. El mensaje en el deposito es claro: "Chávez cumple con su pueblo". Es gracioso, esta claro que el nunca ha pasado por aquí, pues si no sabría que los indígenas warapos no hablan español. Ellos son según su presidente los artífices de la revolución.
Las casas no tienen paredes. Las niñas de 12 y 13 años juegan a tener niños, mientras los niños de su edad chupan gasolina. Se dedican al contrabando de combustible. No les importa chupar del tubo para impulsar la gasolina hasta las barcas que surcan el Delta del Orinocco.
Junto a mi, dos niños juegan con un bidón de gasolina, sus vientres están hinchados por los parásitos. El tifus, el dengue o la malaria junto con la mal nutrición, son un coctel explosivo. Con un poco de suerte alguno de los dos sobrevivirá y ayudará a su hermano en los negocios del combustible. En letras rojas impresas en el bidón, el mensaje es contundente de nuevo: "Chávez cumple con su pueblo". No existen censos, no tienen cédulas de identidad, nacen y mueren y a nadie le importa, pero cada cinco años, se acercan hasta aquí las elecciones a través de modernas pantallas táctiles. El resto del tiempo, para ellos solo existen barcos de turistas que a menudo llegan hasta aquí, y que por un par de monedas se hacen una foto con ellos.

MITIN A LA BOLIVARIANA
Se acercan las elecciones a las gobernaciones autonómicas, también aquí en Santa Mónica, un núcleo de apenas tres casas en el caño principal del Delta del Orinocco. Hoy es un día especial, hasta aquí llegaran en sus pequeñas barcas warapos de toda la región. Uno que pese a su corta edad ha vivido ya algunos procesos electorales, acostumbra a multitudinarios mítines donde exaltados políticos claman la barbaridad de hoy, y regalan a los periodistas el titular de mañana. Con un poco de suerte varios miles de aférrimos reciben una bandera de España que elevaran por los aires como si de un triunfo de la absoluta de fútbol se tratase, o en otros casos empuñaran una rosa mientras cantan a Serrat o Ana Belén, y los mas extremistas quemaran alguna bandera. A nuestros políticos les encantan los baños de masas y disfrutan llenando estadios, plazas de toros o auditorios en los que convencidos votantes son convidados a una empanada, una paella o un brindis por aguantar junto con los medios de comunicación horas de promesas de rebajas del IRPF, cheques-bebé, 400€, etc
A miles de kilómetros de España, en Santa Mónica, la realidad es muy diferente. Aquí han instalado hoy megafonía, pero no habrá ni lideres, ni discurso, solo música, comida y bebida gratis durante horas. La colorida ropa de los indígenas se entremezcla con las gorras y las camisetas: "Yiyi y Pedro, un solo gobierno", rezan las biseras, y las camisetas llevan el famoso "Con Chávez, el pueblo es el gobierno". Aquí se regalaran hoy sobres con ayudas, ropa, y quizás, algunos motores para sus lanchas.
Robin, natural de Tucupita, y guia de la zona me interrumpe en mi improvisada tarea de reportero de mitín bolivariano con mi Canon al cuello, "Ay papa, así es como Chávez compra a los indiecitos". Este es el progreso de la Venezuela Bolivariana, la de la OPEP, de las camionetas Chevrolet, los motores Yamaha en sus lanchas y la Coca-Cola.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Victor, sé de tu paso por América, en el caso que me ocupa por Venezuela, tu papá me dió la dirección de tu blog, para que leyera tu impresión de mi pais; Te cuento que la impresión me la he llevado yo; primero por la forma en que escribes a tus cortos años te expresas como cualquier grande liga de la comunicación; Vitor he leido muchos ensayos, articulos, blog, en fin, es mi trabajo leer, y no exagero con lo que voy a decir; no había leido una descripcion tan detallada de la situacion de mi pais, tan sentida que me pareció estar viendo todo lo que aquí relatas, no pude impedir que una lagrima escapara de mis ojos y rodara por mis mejillas al leerte, no solo por nuestra situación, sino, por que sé que sentiste en tu corazón lo que describes, asi me lo transmitiste, eres una voz del amazonas, de esos niños que viste en tareas inhumanas, te felicito Victor y felicito a tu papá, tu eres su logro, un beso de una amiga venezolana que los quieres desde este rinconcito. Maribel