miércoles, 9 de julio de 2008

¡Adios Colombia!


Se santigua el conductor y el pasaje. Comienza para mi otro eterno viaje en autobús. Pretendía titular esta crónica "El dia que pase 33h en un autobús", pero en realidad quiero que estas líneas sirvan de despedida. Han sido mas de 10 dias, 44h mas las de hoy, de autobus en solo 1800km de viaje por el país. Cúcuta-Bucaramanga-Girón-San Gil-Barichara-Tunja-Villa de Leyva-Bogotá-Cúcuta.
Ahora me dirijo a Mérida, en Venezuela, donde comienza para mi otra etapa de mi viaje. Han sido un montón de experiencias al que he vivido en este país, y mucha la gente que me ha acompañado y a quienes tengo mucho que agradecer:
- A Niséforo e Irma, los jubilados de Cúcuta, con quienes compartir un par de agradables días por el norte de Santander.
- Román, que me abrió las puertas de su casa en Bogotá, y a su gente, Doña Elsa y Don Israel, por el trato recibido.
- A Luz Angélica, la vieja del 2002, por todo lo que compartimos y por enseñarme Bogotá, por aprecias mis textos y escritos (prometí no olvidarme de ti en este Blog, ni en mi diario, aqui tienes mi recuerdo).
- A Inés, la juez de familia de Villa de Leyva, y a sus hijos: Vivi, Cristian y Sofia, por lo bien que os portasteis conmigo.
- A Lauris, mi querida amiga, porque aunque no estuvieras en Colombia me acompañaste en mi viaje por tu tierra, y a tu familia, que ya es mi familia adoptiva colombiana. Gracias Cesar, Patricia, Cathy y David. Stephy nos conoceremos en Panamá 2010.
- A Luis, el anciano de Villa de Leyva con sus historias sobre Valencia y Barcelona.
- A Manolo, el conductor de Copetrans, con quien me encontré de casualidad de nuevo en Bogotá.
- A la gente de la ONG del Partido Pacavino, ¡Ánimo con vuestro proyecto!.
Pero sobre todo debo agradecer a todas las personas que encontré en mis viajes en bus, con quienes converse en los hoteles, o quienes se acercaron a charlar conmigo cuando paseaba por los pueblos y ciudades. A todos ellos gracias. Colombia me ha recibido con enorme hospitalidad. Compartí con vosotros, o con ustedes, mejor dicho, un momento histórico como fue al liberación de Ingrid. Me emocioné yo también con aquellas imágenes. En pocos países me han recibido como ustedes. Las malas experiencias como la delincuencia no faltaron, pero no permitirán que enturbien la imagen que me llevo de este país.
Ojalá cambien con el tiempo los estereotipos de Colombia. Yo os apoyo en la causa.
Desde el puente internacional Simón Bolivar, que une Colombia y Venezuela, donde estampan el sello numero 42 de mi pasaporte, me despido. El 20 de Julio, aunque no este con ustedes, les acompaño en esa multitudinaria marcha por la liberación de los 700 secuestrados y el fin de las FARC.
¡Gracias de nuevo!

No hay comentarios: